90-60-90 o del cuerpo a voluntad

Que a los peruanos nos obsesiona más la cantidad que la calidad: Comprobado. Nos gusta el montón.

Este comportamiento se manifiesta hasta en los gustos por el sexo opuesto. Aquellas que presentan unos senos abultados y unas caderas que les hace torcer el pescuezo hasta la tortícolis (¿y la cintura?).

La obsesión de las mujeres por tener el cuerpo de la Barbie se ha generalizado hoy en día, a tal punto de llegar a extremos clínicos.

La televisión te bombardea con chicas lindas, que usan cremas, gimnasios, aparatos, comidas light, pastillas reductoras, geles para quemar grasa, fajas vibrantes, la dieta que la funcionó a no-sé-quién. Ese deseo por alcanzar esa figura en realidad provoca una espacio de depresión que muchas de ellas empiezan a comer de más, otras dejan de comer pero disfrutan ver a otras personas comer. Entrando a un bucle del que así nomás no se pueden desprender. Por tal razón, se dice que la mujer de hoy en promedio pesa más que la de hace unas décadas. Se dice que aunque la televisión dejara de tocar este tema, a la mujer le resultaría muy difícil abandonar esta idea, que está muy arraigada dentro de sí desde temprana edad (¿se han dado cuenta cuán delgadas ahora son las muñecas?) .

Quién no quisiera ser aquella Barbie. Como dicen por ahí, sería necesario crecer 50 cm, reducir 15cm de cintura, aumentar 13cm de busto. Algo imposible, ya que resultaría difícil abandonar una dieta cotidiana basada en pan, arroz y papas; ídem de que por naturaleza ancestral, somos de raza gruesa y chatos.

• LO BUENO Algunas logran con esto levantarse el autoestima (esa palabrita, antes se decía: levantarse la moral). Preocuparse por su apariencia. Aunque mencionan, según estudios de la Universidad de Copenhague, que la mujer con cadera ancha tiene escasa posibilidad de tener problemas cardiovasculares, pero... deben tener éstas más de 100cm. Se dice que la clave está en la grasa que se deposita en ese lugar del cuerpo, que según los científicos, contiene un beneficioso antiinflamatorio natural. Provecho.
• LO MALO Que muchas personas sigan creyendo que el cuerpo puede moldearse a voluntad. No saben que con esto consiguen maltratar su salud. Lo malo es que nuestras hijas, impulsados en muchos casos por sus propias madres, se fijan en patrones de mujeres que muchas veces han pasado por el quirófano (como la lipo, el aceite de avión y esas cosas).
• LO FEO Como siempre, el bombardeo racista televisivo de lo que debes ser y tener. Una publicidad que acosa, y ojo que si bien las mujeres se han mostrado a lo largo de la historia como las más vulnerables, hoy en día ya los hombres empiezan a caer en el mismo juego de que tener una imagen esbelta es sinónimo de éxito laboral, social y sentimental. Tremendo negocio.

Creo que desde ya, es importante abandonar esa idea de tener ese good-shape frente al espejo y mas bien regirse por sus propios parámetros corporales heredados. Dejar de ser esclavas de una sociedad en la que impera más el envase que el contenido. Tampoco es bueno llegar a extremos, ni muy gorditas (aquellas que no tienen ni cuello), ni muy flacuchas (te tienen en tensión por si se desarman). Además 90-60-90 = -60, el coeficiente intelectual al que llegan muchas de ellas. Aunque el cuerpo es lo primero que nos entra a los hombres a los ojos, lo cierto es que la auténtica belleza reside en la persona y en sus conocimientos. Como siempre digo muchas veces "cara bonita, calabacita"