Antonio Saavedra Moreno <data:blog.pageName/>

viernes, 21 de agosto de 2020

Reflexiones sobre nuestra música criolla


Si bien hoy en día, para la mayor parte de peruanos no es de su entero agrado, la música criolla, al menos para mi escaso, entender se constituye en una de las melodías más agradables, incluyendo sus variantes norteña, limeña y negroide. El hecho que guste cada vez menos que antes se puede adjudicar a la migración andina sobre la costa, en la que prevalecen los sonidos melancólicos, sin rítmica, de lírica sosa y un vaiven menos complicado. Celebro que esta música, así como en mi caso aprecio el jazz y la nueva trova, se convierta hoy en día, aunque en mayor escala de hecho, en exclusividad. Lo que sí resulta complicado en muchos casos, por otro lado, competir con Halloween en el día de la Canción Criolla, algo que se debe incentivar desde sus inicios. A veces imagino que esta rítmica, así como el huayno y el huaylarsh debieran ser aplicados en la educación física, en vez de hacerlos correr y dejarlos jugar pelota o voley. Recuerdo que en la universidad (sanmarquitos, para los entendidos) había un profe en la piscina (no sé si aún siga) que enseñaba a bailar la música peruana de una manera contagiante, que hasta el más descompasado terminaba aprendiendo, sea negroide, tondero, marinera, vals, huayno. Qué gusto. Algo que también cabe destacar es que la música criolla está relacionada con el buen diente, es decir con la buena comida; contrario a lo que ocurre con la chicha o cumbia peruana, al que se relaciona con el trago hasta morir.

  • LO BUENO El sentir de muchos, que se identifican con este ritmo. Celebro ser parte de esas familias en la que se desacan en las reuniones esta cultura. Y lo digo con orgullo, aunque en el lugar donde hoy resido me encuentre en una situación musicalmente adversa.
  • LO MALO Que no hayan surgido hoy en día buenos intérpretes, salvo esporádicos casos. Bastará con haber visto en muchos casos el programa Mediodía Criollo, en el que canta entusiastas aficionados que ni idea tienen de los que es el sabor, entonación y rítmica criollos
  • LO FEO Que la chicha o cumbia peruana le haya ganado terreno a nuestra música criolla. Con el respeto que se merecen. Lo que yo critico es la monotonía, lentitud, precariedad, y lo previsible de su ritmo y letra, más aún con la influencia selvática.

Celebro el legado que nos han dejado grandes de nuestra música como Felipe y Chabuca. Aunque en un inicio me incliné un poco por la Guardia Nueva con el tiempo he venido inclinando la balanza en favor de la Guardia Vieja. Un saludo a los que sienten verdaderamente esta música como suya. Espero, como repito, que sean pocos. Y como recomiendo a uno de mis hermanos que intente puntear (con guitarra) un poco de esta música y salga de la monotonía baladista para que aprecie lo que es nuestro. Difícil y enriquecedor.

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