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viernes, 21 de agosto de 2020

Ay vida de charqui, en vez de estirar, se encoge


Desde mediados del año pasado, en el lugar donde resido, Oxapampa Pasco, he visto que han fallecido innumerables personas, algo sorprendente del que no lo había percibido ni siquiera en Lima, a sabiendas que la tasa de mortalidad allí es mayor. Luego vienen las muertes de estos personajes de la farándula, políticos, cantantes, actrices, periodistas y no sé quienes más. Y aún el año no termina. Como si 2009 fuera una cifra maléfica. Esto me hace recordar con ironía lo que los mormones dice que uno (nosotros) viene de otra vida y lo que la gente que teme el morir también dice creer en la reencarnación, es decir si juntamos ambas versiones: SOMOS ETERNOS. Pues a esperar por ahí, ya aparecerán los que hoy ya no vemos.

La vida, biológicamente como no lo enseñan en el colegio, implica las capacidades de nacer, crecer, reproducirse y morir (no de ir al cielo). ¿Qué simple no? Bastará con observar (observar) qué nos diferencia de las cosas inertes (sin vida) y uno se dará cuenta que la diferencia, incluyendo a plantas y animales y hongos y protistas y virus, es que en la vida existe un estado de la materia que consigue que sus estructuras moleculares tengan la capacidad de desarrollarse, conservarse en un ambiente, reconocerlo y responder a estímulos y reproducirse. Es decir, la vida no es algo físico, palpable, sino una secuencia de movimientos no espontáneos de energía dentro los seres y su interacción con el medio en que se desarrolla. Con esto quiero referir a que no somos títeres tendidos de un hilo que controlan nuestra participación en la Tierra. Hay mucha gente que dice "sea la voluntad de Dios". Hay mucha ignorancia voluntaria detrás de esto (es lo bueno de ser ateo: el no dejarse tan fácilmente engañar). Aquí no hay voluntad de nadie, es el curso de la permanencia de un ser viviente, las interrupciones a causa de los riesgos naturales y sociales por los que enfrenta.

  • LO BUENO para aquellos que nos dejan un legado, una enseñanza. Alguien dijo por ahí "Vive de manera tal que cuando mueras rías de los que te lloran".
  • LO MALO ser intrascendentes en esta vida, en el poco tiempo que nos depara la existencia. También mantenerse en la ignorancia, creer que se deben hacer las cosas bien en compensación con una vida futura mejor (interés de por medio). El único cielo es en el que vivimos.
  • LO FEO del punto de vista político, la criollada de aprovecharse de situaciones del fallecimiento de personajes faranduleros para crear la consabida "cortina de humo" y asó alejarse de los reales intereses nacionales (por siaca para los ilustres el término cortina de humo se lo debemos a una película yanqui de Barry Levinson, escrita por Hilary Henkin y David Mamet sobre lo que se la ingenian los políticos para distraer a los electores). Y la Prensa ensalsa personajes intrascendentes y quiere que le dediquemos todo el tiempo a Chollywood.

Así que la vida en sí no tiene un objetivo específico. Eso sí creo, sin llegar a la ignorancia extrema de "vive la vida y... ", mientras estemos aquí podemos hacer lo que nos plazca sin trasgredir las leyes sociales que nos ocasionen una privación de la libertad. Créanme, más de lo sabido no podemos hacer en esta vida.

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