La vieja maleta

Hoy me deshice de una vieja maleta, la maleta de papá.
En cuyo contenido se ocultaba celosamente mi futuro.
Algo que ni mi propio padre se imaginaba.
Mi vida (y creo la de mi hermano Gerardo) se la debo a ella.
Era una maleta de triplay (o cartón) forrada en papel cuero o similar.
Siempre siempre bajo llave: Inaccesible. Sobre el ropero: Inalcanzable.
Nuestras manitas se encargaron de despejar nuestras dudas.
Tan simple su contenido pero tan significativo.
Sólo cancioneros de música criolla y de Gardel.
Sólo libritos de Marcial La Fuente Estefanía y Silver Kane.
Sólo fascículos de electricidad de Hemphil School.
Sólo los Reader's Digest de los 50 y 60.
Sólo ensayos proapristas y antiapristas.
Insisto. Muchas cosas que hoy sé se las debo a esa vieja maleta.
Pero hoy roída por los años me deshice de ella.

Te extraño pa.